Encuentro del grupo de "Jóvenes Unidos por la Esperanza" con el Senador Pablo Salazar.
Tapachula Chiapas, a 4 de diciembre
de 1999
El movimiento de la esperanza, como
hemos llamado a este gran movimiento que tiene por objetivo sumar a todas las
fuerzas políticas y sociales, a todos los ciudadanos sin partido, a los y las
jóvenes, a los adultos mayores, a los discapacitados, a todas las mujeres y a
todos los hombres de Chiapas, sin distingo de raza, religión u opción de vida,
sumarlos en un proyecto de cambio democrático que habrá de llevarnos hacia el
nuevo gobierno en los inicios del siglo 21.
En estos ya 9 meses de recorrido
político, de camino andado por los rincones de Chiapas, me he encontrado de
frente con las dolorosas realidades de nuestros pueblos, con hombres y mujeres,
con niños y jóvenes, con rostros, que me hablan de desnutrición, de
analfabetismo, de muertes y enfermedades que en otras partes del país, ya ni
siquiera son mencionadas, de falta de oportunidades para el desarrollo y el
crecimiento económico y social.
Entre estos rostros, los que más me
dicen de las carencias y la falta de futuro, de las frustraciones, son las
nuevas generaciones, los niños y las niñas, los y las jóvenes, veo con
desesperación como las sociedades y el estado, sus gobernantes y en general las
generaciones pasadas, los que hoy somos adultos, en conjunto somos responsables
de no ofrecer a esta vida nueva, un mejor presente y un futuro de promesas
realizables, que les de confianza en su desarrollo como personas y ciudadanos
plenos y felices.
Hoy el entusiasmo de ustedes, así
como el entusiasmo de otros jóvenes que se han acercado a mí, al movimiento de
la esperanza, en este largo recorrido, me da nueva fuerza, me compromete. A
ustedes jóvenes de Tapachula, a los jóvenes de Chiapas quiero decirles que a
pesar de que desde su nacimiento y durante su desarrollo, han escuchado hablar
por todos lados de crisis, crisis económica, crisis social, crisis de valores,
crisis de guerras, a ustedes les digo que hay esperanza.
Se que a los jóvenes y a las jóvenes
les resulta más fácil entender de ideales, se que saben del gran valor de la
esperanza, en otro momento he dicho que la esperanza también es un derecho que
en Chiapas se ha perdido. Tenemos que recuperar ese derecho.
Con ese espíritu, desde febrero de
este año, declaré abiertamente, sin dobleces, mi interés por ser el próximo
gobernador de Chiapas, un gobernador de la unidad, un gobernador de la
democracia, un gobernador de la ciudadanía. Por ello renuncié al PRI, porque sabía
que desde ese partido no podría ser ni un candidato, ni un gobernador con tales
características.
Renunciar al PRI me permitió, ya
como senador independiente, ir sumando a los partidos, a las organizaciones, a
todos los sectores de la población, hasta llegar al resultado de esta suma que
hoy se manifiesta en la forma de la alianza opositora, 4 partidos políticos, el
PRD, el PT, el PCD y Convergencia por la Democracia, han decidido ir juntos a
la elección del año 2000 y me han hecho su candidato a gobernador, faltan el
Verde Ecologista que ya ha dado señales para sumarse próximamente, y el PAN,
que esperamos decida como resultado de su asamblea estatal que celebrarán el
día de mañana 5 de diciembre, unirse a la alianza opositora.
Asimismo, son ya muchas
organizaciones sociales, de campesinos, de pescadores, de artesanas, de
productores diversos, de mujeres, de indígenas, que se han manifestado a favor
de la alianza y me han hecho su candidato.
Dentro de la alianza han surgido
también las voces nuevas, de jóvenes que como ustedes están preocupados por las
realidades sociales y por el futuro de Chiapas, jóvenes que como ustedes están
ansiosos de participar como sujetos de este gran movimiento de cambio.
Así con estos jóvenes, que
representan a la fuerza juvenil de los partidos, surgió Enlace Juvenil Estatal,
es decir la alianza de los jóvenes. Hoy algunos de sus representantes se
encuentran con nosotros para ser parte de este encuentro y del obligado
compartir, algo en lo que los jóvenes son muy generosos. La unidad de los
jóvenes con partido con los jóvenes sin partido, de los jóvenes de las montañas
y los de la costa, de los valles y de la selva, de los jóvenes indígenas y los
jóvenes mestizos, de los jóvenes y las jóvenes, esta unidad es necesaria, y yo
quiero ser apoyo, porque se que su participación nos dará un panorama más
claro, un mejor rumbo y una mayor dirección.
Con la fuerza y la unidad de esta
gran alianza, estoy seguro, realmente convencido de que el triunfo será
nuestro, de que el próximo gobierno de Chiapas, tendrá además el valor agregado
de la experiencia reunida y de las nuevas ideas representadas por jóvenes
ciudadanos.
Con esta seguridad que da saber que
seré su próximo gobernante, quiero ofrecerles algunas propuestas, que habremos
de ir enriqueciendo a través de los muchos intercambios que seguramente aún nos
esperan.
Las propuestas surgen del
reconocimiento de 3 ámbitos que se articulan en la vida de los jóvenes y
determinan su relación con su entorno:
Los jóvenes y su comunidad
Los jóvenes y sus familias y,
Los jóvenes en relación con otros
jóvenes
Fortalecer estos vínculos ente
jóvenes y jóvenes, familias y comunidad, necesariamente requiere trabajar en
los ámbitos del desarrollo humano, de los derechos, de la participación ciudadana
y de las instituciones del estado.
Concretamente les propongo a partir
de mi gobierno:
Iniciar una nueva relación entre la
sociedad y el gobierno, que abra espacios de participación para los y las
jóvenes, para que propongan y sean escuchados, para que vigilen el cumplimiento
de las acciones gubernamentales comprometidas en su favor.
Construir con los jóvenes un marco
que garantice el disfrute pleno de sus derechos ciudadanos, el derecho al
empleo en condiciones de equidad; a ejercer su sexualidad plena y
responsablemente; a la salud reproductiva; al respeto a su identidad; a su
participación política y su derecho de asociación; a una educación de calidad y
de oportunidad en el espacio regional donde se desenvuelven; al derecho a
acceder con equidad al desarrollo y a
las oportunidades entre los jóvenes hombres y las jóvenes mujeres, entre
jóvenes del campo y de la ciudad, entre jóvenes indígenas y jóvenes mestizos.
Este marco deberá también garantizar el derecho de los y las jóvenes a una vida
lúdica que permita desarrollar esta etapa de la vida de manera grata; es decir
construiremos la carta de los derechos humanos de los jóvenes.
Vincular los espacios educativos con
las realidades y necesidades sociales de Chiapas.
Vincular los espacios educativos y
el diseño de currículas y carreras, con las posibles fuentes de empleo y de
desarrollo profesional.
Impulsar a los jóvenes emprendedores
a través de la inyección de recursos para la formación de microempresas y
empresas juveniles, en condiciones de equidad.
Articular los programas de las
instituciones de gobierno, dirigidas a jóvenes e informarles de los mismos para
que puedan acceder a sus beneficios.
Planificar y normar que todas las
políticas públicas y las instituciones del gobierno consideren dentro de sus
acciones, programas y proyectos dirigidas a los y las jóvenes.
Contribuir a generar una cultura de
respeto hacia los y las jóvenes, que estimule y fortalezca su identidad, su
diversidad, que respete sus opiniones, su creatividad, sus formas de vestir y
manifestarse. Esto es parte de una cultura de tolerancia.
Impulsar acciones afirmativas
orientadas a jóvenes y adultos, a maestros y alumnos, a hijos y padres, que
generen la formación de capitales éticos y humanos.
Estas son algunas de las propuestas
que hemos recogido de los y las jóvenes, de diversas regiones y expresiones.
Seguramente de ustedes nos llevaremos inquietudes y propuestas nuevas que
contribuirán a formar las políticas públicas y la orientación del nuevo
gobierno hacia las y los jóvenes. Del nuevo gobierno que yo habré de encabezar
con el apoyo de ustedes, jóvenes de Tapachula.
Seré gobernador de un Chiapas
renovado, de un Chiapas más digno y más justo, de un Chiapas democrático, de un
Chiapas joven.
Gracias.