Rindamos cuentas a la naturaleza.

2/12/2015 06:44:00 a. m. 0 Comments

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas;
27 de enero del 2000.

Discurso pronunciado por el Senador Pablo Salazar Mendiguchía, en la toma de protesta como candidato a gobernador del estado por el Partido Verde Ecologista de México.

C. LIC. JORGE GONZALEZ TORRES
PRESIDENTE DE LA COMISION EJECUTIVA NACIONAL DEL PVEM

C. DRA. MARIA DEL CARMEN OJEDA PALACIOS
PRESIDENTA DE LA COMISION EJECUTIVA ESTATAL DEL PVEM

DELEGADOS A LA CONVENCION ESTATAL DEL PVEM

DIRIGENTES DE LOS PARTIDOS POLITICOS.

SEÑORAS Y SEÑORES:

Agradezco al Partido Verde Ecologista de México la decisión responsable que ha materializado a través de sus delegados aquí presentes, al ratificar su convicción de ir a la Alianza Opositora y de avalar mi candidatura al gobierno del Estado para el período comprendido del año 2000 al 2006.

Este acuerdo de los delegados ecologistas se suma al de otros siete partidos políticos que han determinado formalizar el mayor consenso a favor de un proyecto de cambio que jamás se haya logrado en la historia  de Chiapas y de México.

De este modo y de manera inesperada, una vez más, desde el sufrido pueblo de Chiapas surgen espectaculares noticias, pero ahora son buenas: los vientos del cambio están soplando a favor y refrescan la nueva atmósfera aliancista que corre sobre México, y que, sin duda, culminará con el triunfo contundente e indiscutible del primer gobierno democrático del nuevo milenio en Chiapas.

Nuestra lucha no es nueva ni ha sido en vano. Nos preparamos para recoger la esperada cosecha de una vieja siembra cuya semilla, a lo largo de estos pesados años, ha sido abonada con la sangre  de  campesinos, maestros, luchadores y luchadoras sociales, dirigentes y lideres que se ofrendaron por la causa que hoy enaltecemos por esta vía.

Esta corta etapa de la brega que me ha tocado andar, comenzó hace ya más de trescientos días recorriendo caminos para repensar juntos nuestros problemas, nuestros trajines y buscar creativas fórmulas de lucha que nos permitan intentar un nuevo comienzo histórico, justo al arranque del nuevo milenio.

A lo largo de este recorrido he dejado  mi palabra y he recogido la esperanza de hombres y mujeres, ancianos, adultos, jóvenes y niños que piensan como ustedes y como muchos otros, que no todo esta perdido, que si nos proponemos transitar por este camino nuevo y decidimos hacerlo juntos, vamos a llegar al destino que este prolongado viaje nos ha retrasado.

Estoy aquí al lado de ustedes, desafiando al arrogante pero anquilosado aparato priísta, lo hago porque amo profundamente a Chiapas, lo conozco, lo he caminado desde mi infancia, porque lo siento, porque me duele, porque creo en su grandeza y quiero ser parte de una generación que lucha por recuperarla. Estoy aquí con ustedes porque quiero el cambio, porque creo que este Chiapas nuestro, con su tejido social y natural tan deteriorado, no puede seguir en este camino sometido impunemente a la explotación. No es posible permanecer impávidos ante tanta corrupción y egoísmo.

Licenciado Jorge González Torres:
           
Llega usted a uno de los estados más hermosos y ricos de nuestro México. A una entidad que con sus aguas podría regar fácilmente más de diez veces la superficie irrigada de Sinaloa, porque su potencial hidrológico representa el 30% del total del país.

Llega usted al estado con  el más variado mosaico de microclimas, aptos para todo tipo de agricultura; a una de las regiones con mayor potencial para la acuicultura del mundo (200 mil hectáreas), dos veces superior a la superficie explotada en Ecuador, principal exportador de camarón a los Estados Unidos; a uno de los de mayor potencial agropecuario, y que sin embargo con sólo explotar el 9% de sus posibilidades es el primer productor de café, primero de plátano, tercero en maíz, segundo en cacao, quinto en caña de azúcar y el tercer estado ganadero del país.

Llega usted señor Licenciado, a una zona de enorme influencia en el sureste mexicano, puerta del mercado centroamericano y parte de la cuenca del pacífico; a la entidad con una de las mayores riquezas arqueológicas del continente, paisajes naturales, la segunda selva tropical del mundo, al estado con  los mayores atractivos turísticos de México y que además, tiene actualmente 85 pozos petroleros en explotación y que produce el mismo volumen de energía eléctrica que Dinamarca.

Sí, sus pies están apoyados sobre la grandeza de un territorio, el de Chiapas, lugar de contrastes y de abismos que ofende a cualquier sensibilidad. Esa tierra pródiga que le describí hace un momento, es al mismo tiempo el estado en el que tres de cada diez personas ignoran lo que significa un aula y cuatro más que asistieron, no terminaron la primaria, es decir, siete de cada diez son de hecho analfabetas funcionales. Aquí, 32 de cada 100 personas no hablan el español; la mitad no tiene alcance a los servicios de salud estatales y todavía existen muchos niños que se mueren por diarreas; más de la mitad están desnutridos y en los Altos, Sierra y Selva la relación se incrementa a ocho de cada diez; la mitad de las viviendas tienen piso de tierra, techo de cartón o palma; el 42% de las viviendas carecen de agua entubada y en el municipio de El Porvenir llega hasta el 73% y en las Margaritas es peor; ocho de cada diez chiapanecos viven en condiciones de extrema pobreza pues su ingreso apenas rebasa los $1mil 800 pesos anuales, la mitad de lo que el Banco Mundial establece como el umbral de la pobreza; somos en consecuencia, la entidad con mayor índice de marginación del país por encima de Oaxaca, Guerrero e Hidalgo.

Sí señoras y señores, estoy hablando del mismo estado que describí líneas atrás con toda su prosperidad.

Pero eso no es todo. En nombre del progreso se han talado árboles sin misericordia ni control, se han regado agroquímicos, se han sobreexplotado los suelos; se han inundado miles de hectáreas de primerísima calidad con las presas hidroeléctricas y contaminado otras tantas con la explotación de pozos petroleros.

Para Chiapas, tal vez como para ningún otro estado, ha sido determinante el medio ambiente en la construcción de las culturas, como dice un historiador, nuestra historia se ha protagonizado y se ha escrito sobre un tejido eminentemente botánico-zoológico. Hombres y animales de espíritus dobles que viven en la selva o en las montañas y desde ahí luchan por sus ideas o supervivencia, tomando formas de insectos, pájaros o animales de monte; o bien son seres con protección de animales míticos. Así ha sido la historia de Chiapas, como una fauna en lucha permanente.

Lamentablemente, esta convivencia y cercanía con la naturaleza, de poco han servido, ya que los chiapanecos no hemos desarrollado una cultura de protección ni hemos sabido aprovechar los dones de la naturaleza de manera racional y respetuosa. Hemos actuado sólo en la inmediatez de nuestros problemas, por eso cada año, el gran suelo, la piel de Chiapas, arde y se derrama en grandes e incontenibles caudales.

Históricamente Chiapas ha sido caracterizado por su gran diversidad, tanto social y cultural, como por su territorio y naturaleza.

Históricamente también, la inequidad, marginación, centralismo, despojo y devastación, han sido constantes en Chiapas, lo que ha conducido a que esta diversidad y riqueza se pierda, se simplifique y devenga en pobreza y desigualdad.

Poseedores como somos de una parte importante del patrimonio natural del país, tenemos que aceptar la triste realidad de que estas riquezas se encuentran en un grave proceso de degradación y pérdida.

A pesar de que nuestra superficie total es de 7.4 millones de hectáreas, casi la mitad está poblada por bosques, selvas y tierras con vocación forestal.

Chiapas presenta la tasa de deforestación más alta del continente, mientras que la tasa anual promedio de deforestación en México es de 2.44 por ciento, en Chiapas alcanza cifras alarmantes: en la región circundante a Palenque la tasa llega hasta 12.4 por ciento y la Selva Lacandona experimenta una tasa del 7.7 por ciento anual; el 42 por ciento de la superficie de esta región fue convertida a la ganadería. Antes de la conquista la Selva Lacandona abarcaba un área de 1.6 millones de hectáreas. De 1860 a 1960, es decir, en cien años, se deforestaron 665 mil hectáreas y en solamente dos décadas, las de los 80 y 90 se deforestaron 585 mil hectáreas, dejando en la actualidad ya solamente 500 mil hectáreas de selva.

Nuestros suelos pierden capacidad de producir, se presentan  inundaciones en las partes bajas de las cuencas de los ríos, asolvamiento de los cuerpos de agua, agotamiento y desaparición de escurrimientos superficiales, que entre otras cosas han dado lugar a sucesos de devastación como los incendios y las inundaciones de 1998, en los que se vieron afectados cientos de pueblos y miles de habitantes de varias regiones.

Anualmente la productividad disminuye un 35 por ciento en alrededor de 80 mil hectáreas.

Otro gran problema en Chiapas es el comercio ilegal de animales silvestres, así como la falta de normas y leyes efectivas para regular la caza.

Actualmente, existen en el estado 56 áreas naturales protegidas, que representan el 15 por ciento del territorio estatal, tienen como objetivo central la conservación de las áreas naturales representativas del estado. Sin embargo algunas de ellas, no cumplen con este propósito, porque enfrentan: falta de claridad en sus límites, porque no existen responsabilidades ni autoridades definidas para su manejo, carencia de medios materiales y personal para su administración y conflictos de tenencia de la tierra, asentamientos humanos irregulares e invasiones, cacería ilegal y daño por diversas obras de desarrollo.
Es grave la contaminación por aguas residuales en las 35 ciudades con mayor población ya que, las descargas se hacen directamente en ríos, lagos y el mar.

Las cuencas hidrológicas más afectadas se encuentran en la vertiente del Pacífico y el río Grijalva, donde las descargas son vertidas sin tratamiento previo, con impactos graves sobre la salud humana y de los ecosistemas. 

Entre las fuentes de contaminación se encuentran las microempresas, los campos petroleros en la zona norte, los beneficios húmedos de café, la planta productora de moscas, los ingenios azucareros, el uso de agroquímicos y desechos de agroindustrias.

Una fuente más de contaminación es la basura, problema del que no nos hemos ocupado. Chiapas carece de programas y proyectos que permitan su reciclaje y un tratamiento adecuado.

Me he referido muy apretadamente a la dolorosa realidad social y luego a la gran problemática ambiental en Chiapas, de cuya solución o abandono depende la conservación o pérdida de nuestros ecosistemas y de la vida misma de los individuos y de las sociedades. Medio ambiente y cultura están íntimamente vinculados con el desarrollo.

En resumen nuestros principales problemas ambientales se dan por la pérdida de la cobertura forestal, los incendios,  las quemas agropecuarias y la ganadería extensiva, entre otras.

Los problemas que se generan por el crecimiento de la población, tenencia y explotación desmedida de la tierra; la comercialización y el bajo ingreso de la producción; el crecimiento de las ciudades y la contaminación; falta de educación, capacitación, asesoría y asistencia técnica, que hace a la gente cada día más pobre.

Los problemas provocados por la falta de cumplimiento del gobierno en el ámbito del desarrollo y la protección del medio ambiente; la carencia de una planeación del desarrollo regional, así como la ausencia de participación social para la gestión del desarrollo regional. 

Esta es pues, la tragedia y paradoja de Chiapas: Estado rico, gente empobrecida, naturaleza amenazada.

En nuestro estado es evidente que la geografía de esta degradación va de la mano con la geografía de la pobreza, por lo que urge realizar acciones concretas para desarrollar un proceso hacia un desarrollo sustentable que frene el deterioro ambiental.

Hoy, con la presencia y aportaciones del Partido Verde Ecologista de México, a esta gran alianza política y social, avanzaremos en la gran tarea a favor de la tierra y de los hombres, la alianza hará suya sus postulados y los que habremos de recoger de grandes hombres y grandes mujeres que, en su lucha por enseñarnos a convivir con la naturaleza y no sobre ella, nos han heredado generosamente Faustino Miranda, Miguel Álvarez del Toro, Franz Blom, Gertrudis Duby y Walter Harmamm, entre otros humanistas y científicos enamorados de estas tierras.

Para lograr la transformación de este potencial en beneficio de la población chiapaneca, requerimos profundizar en las reformas económicas, políticas y sociales, que nos  permita superar la contradicción entre la riqueza natural y la severa pobreza de la población, sobre todo de las comunidades indígenas.

Para ello proponemos la realización de estudios que registren y evalúen los recursos del suelo, la flora y la fauna para promover con instituciones y empresarios esquemas de inversión que contribuyan a un fin común: el desarrollo de Chiapas.

Con los especialistas y con las comunidades buscaremos las estrategias que nos permitirán hacer uso de los recursos naturales y su enorme potencial para el desarrollo, el mejoramiento de las condiciones de vida, la estabilidad económica y la paz social.

Haremos posible un aprovechamiento duradero de nuestros recursos naturales que mejore la calidad de vida de los chiapanecos, mediante la superación del rezago social y la pobreza bajo la premisa de que no puede haber mejoramiento de unos cuantos y pobreza para la mayoría.

Nos queda claro a quienes trabajamos por este proyecto que en breve será gobierno, que primero tenemos que hacer todo lo que esté de nuestra parte para lograr la paz entre los que aquí habitamos, porque sin esta condición todo proyecto, toda propuesta no dejará de ser más que simples y buenos deseos.

Me comprometo con todas y todos los ecologistas de nuestro país, a impulsar la más seria política ambientalista que ya le debemos a la naturaleza, y que tenga su principal detonador en Chiapas. Desde la Alianza concretamente proponemos:

Diseñar planes que respondan a las necesidades regionales de desarrollo y hagan buen uso de los recursos naturales. Es necesario reducir el deterioro de los suelos y la vegetación, y rescatar las formas de cultivo tradicionales que contribuyen a la recuperación de la tierra, como la rotación y la alternancia de cultivos, y abandonar las prácticas dañinas para la productividad.

Promover una cultura y educación para el desarrollo regional y el manejo de los recursos naturales.

Impulsar los sistemas de tratamiento y reciclaje de aguas residuales y basura.

Estimular y promover la inversión en la micro y agroindustria comprometida con el cuidado al medio ambiente

Apoyar preferencialmente a los productores y organizaciones sociales con producción orgánica.

Realizar una revisión a fondo de la legislación y normatividad vigente en materia de protección y conservación ambiental.

Descentralizar las acciones del gobierno, hacia las regiones, municipios y comunidades, a fin de acercar la asesoría, asistencia técnica, servicios y capacitación para la producción y la comercialización.

Impulsar la diversificación de la producción, el uso de tecnologías alternativas como la labranza cero y la agroforestería.

Realizar un inventario de los recursos naturales en el estado.

Fortalecer las acciones para la conservación de los recursos naturales, del sistema de áreas naturales protegidas y reforzamiento de la inspección y vigilancia.

Impulsar y fortalecer la investigación científica y tecnológica, básica y aplicada, para la conservación, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y finalmente,

Impulsar la regularización  de la tenencia y el usufructo de la tierra en las regiones críticas y de urgente protección y conservación de los recursos naturales.

Señoras y Señores:

En nuestro Chiapas tan lleno de malas noticias, hoy, la incorporación del Partido Verde Ecologista a la Alianza Opositora es una muy buena noticia.

Independientemente de nuestra filiación política, credo religioso o color de piel, las tareas de reflexión y acción ecológica nos convocan a todos, porque el mundo es, sencillamente la casa de todos.

Nos preocupa que en Chiapas, la corrupción ha infestado ríos, talado bosques y profanado suelos.

Nos preocupa que para compensar la deforestación, en Chiapas nuestras selvas se hayan teñido del verde de los uniformes militares.

En la vida hay temas y asuntos que son opcionales. La ecología no es un tema opcional. Por tanto, las prioridades del nuevo gobierno serán: alimentación, salud, educación y medio ambiente.

Nos esforcemos por intentar un nuevo comienzo que impulse el desarrollo de una cultura ecológica, con acciones educativas viables que nos enseñen a reconocer que los seres humanos no somos el punto y aparte de la naturaleza sino parte de ella, y que nuestro deber consiste en no comportarnos como dueños sino como administradores que deben con sus acciones, rendirle cuentas a la naturaleza.

Muchas gracias.