El PAN, garantía de equilibrios.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas;
Diciembre 21 de 1999.
Versión estenográfica del discurso pronunciado
por el Senador Pablo Salazar Mendiguchía, al
solicitar su registro como candidato al gobierno
del estado, por el Partido Acción Nacional
Ing. Javier Zepeda Constantino,
Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN,
Militantes del PAN
que me acompañan,
Dirigentes de Partidos Políticos y
Organizaciones que conforman la Alianza Opositora,
Distinguidos miembros del C.D.E. del PAN.
Delegaciones Municipales, aquí representadas,
Señores Periodistas,
Amigas y Amigos.
Hoy he venido a solicitar mi registro como
precandidato a Gobernador del Estado por el Partido Acción Nacional.
Al hacerlo, me he comprometido a someterme al
escrutinio de su Convención, si antes el Comité Ejecutivo Nacional aprueba mi
solicitud. También me he comprometido con sus principios, con su plataforma y
con las normas de la competencia si resulto electo.
No puedo ocultarles que vengo también con la
ilusión de incorporar a este singular esfuerzo de Alianza a un partido que
garantiza los equilibrios necesarios para el proyecto de un gobierno plural e
incluyente.
Tampoco debemos olvidar que mucho antes que
se consolidara mi candidatura formal con otros partidos, en el mes de abril el
Partido Acción Nacional, junto con el Partido de la Revolución Democrática, Partido del
Trabajo, Partido Verde Ecologista de
México y el Movimiento de la Esperanza
anunciaron su decisión de buscar juntos una gran Alianza para un gobierno de
reconciliación.
A esta intención se han sumado, después, el Partido
de Centro Democrático y Convergencia por
la Democracia.
Algo inédito está ocurriendo en Chiapas: es el
preámbulo de algo también inédito que está por ocurrir.
Vamos a quebrar, sin duda alguna, con el esfuerzo
de todos los partidos, organizaciones, ciudadanas y ciudadanos, una cultura
política hegemónica que los chiapanecos han decidido transformar con su energía
y por su propia voluntad.
Acostumbrados como estábamos a la cultura vertical
del poder, a elegir entre lo que nos daban, a hacerlo casi con resignación, hoy podemos contrastar más
claramente dos proyectos: el de aquellos que quieren que todo siga igual y el
de los que queremos el cambio profundo.
El proyecto de
los que simulan una elección y los que desde las bases construyen una candidatura.
Eso es exactamente lo que la Alianza Opositora ha hecho:
construir entre todos una candidatura, eso es muy diferente a validarla.
Al igual que lo hicieron el Partido de Centro
Democrático, Convergencia por la Democracia, Partido del Trabajo y Partido de la Revolución Democrática, hoy el
Partido Acción Nacional abre sus espacios a la posibilidad de un candidato
externo al que ofrezca como su propuesta para la alianza.
Esto quiero decirlo, no es nuevo, en 1945, el
Partido Acción Nacional invitó a don Luis Cabrera, exsecretario de Hacienda de
Venustiano Carranza a ser su candidato a la Presidencia de la República, sin
que este intelectual revolucionario fuera militante del Partido Acción
Nacional, es decir, una propuesta de lo
que hoy llamamos candidatura externa.
Este hecho sin igual, motivó el comentario de don
Efraín González Luna, quien afirmó: “qué partido tan fuerte, tan firme, tan
recio es éste, que es capaz de postular a una persona que no está en sus
filas. Qué tan seguro está de lo que
tiene”.
Efectivamente, qué partido tan generoso es el PAN
que hoy, otra vez, como en 1945 y luego como en 1988 con Clouthier, abre sus puertas a un no militante.
La explicación tiene que ver con un hecho: desde sus orígenes este partido se ha
planteado el reto de construir una patria ordenada y generosa. Y eso es
justamente lo que Chiapas reclama: orden con generosidad.
El orden
que emana de la justicia, el orden que emana del respeto a la ley, el
orden que emana de la igualdad.
El orden sin generosidad, es autoritarismo, es
personalismo, es bravuconada, es ejercicio abusivo del poder.
La generosidad con la que el PAN abre el espacio
para fortalecer la Alianza, comprende no sólo a directivos, militantes activos
y delegaciones municipales; también pasa por sus mejores cuadros, por actores
políticos, que surgidos de sus filas, en un acto de desprendimiento –que eso es
la generosidad- han renunciado al genuino, al legítimo derecho de buscar esta
candidatura.
Estoy hablando de por lo menos dos hombres que con
mejores derechos han abierto sus manos para entregar algo que les corresponde; dos, que son puntales de
este partido; dos amigos por quienes siento un profundo respeto y admiración
por su limpia trayectoria política y su compromiso con Chiapas, hablo del
contador público Enoch Araujo Sánchez y
del Dr. Valdemar Rojas López.
Desde aquí, a ellos y a todos, los invito a sumar
tiempo, talento y energía para hacer posible esta gran tarea: ganar el gobierno
en el año 2000 .
En los próximos días, sí el Comité Ejecutivo
Nacional aprueba mi candidatura, saldré por todo el estado a buscar el voto de
los panistas.
Hay una causa superior a nosotros que nos convoca;
es algo superior a Pablo Salazar, a los partidos y a las organizaciones
sociales, esa causa superior se llama Chiapas.
Chiapas vale la pena. Por nuestro estado vamos a
dar esta nueva lucha, la gran lucha democrática para instalar a partir del
próximo año en Palacio , al primer gobierno electo democráticamente en toda la
historia de Chiapas.
Trabajemos juntos para que esto sea posible. En la
democracia, en la política como en la
vida, los grandes retos no son baratos, hay que pagar un precio, el de la
inversión de tiempo, el de la inversión de energía, y seguramente vamos a
sufrir, vamos a padecer, pero vamos a ganar.
Nuestro adversario es grande, pero no es
invencible, nuestro adversario lamentablemente, no es un partido es el aparato
del Estado y contra él vamos a luchar, con todo nuestro entusiasmo y con todo
nuestro vigor, los vamos a vencer dentro de la ley, con organización, con
movilización y con denuncia.
Les pido su comprensión y colaboración, lo que
viene no es una campaña electoral, es una auténtica lucha, lo que viene en
Chiapas es la definición de la sociedad entre uno de dos proyectos: de los que
quieren que todo siga igual y el de los que estamos comprometidos con el
cambio.
Muchas gracias por su acompañamiento y por su presencia en esta mañana, les deseo a todos
ustedes y a su familia una feliz navidad
y les pido que nos preparemos para dar la bienvenida al año 2000: año de la esperanza, año de cambio,
año de la victoria.